jueves, 8 de mayo de 2014

“La restauración termina donde comienza la duda”



La Carta de Venecia, un texto básico en la restauración de monumentos afirma que la restauración es una operación excepcional. "Tiene como fin conservar y revelar los valores estéticos e históricos del monumento y se fundamenta en el respeto a la esencia antigua y a los documentos auténticos. Su límite está allí donde comienza la hipótesis: en el plano de las reconstituciones basadas en conjeturas, todo trabajo de complemento reconocido como indispensable por razones estéticas o técnicas aflora de la composición arquitectónica y llevará la marca de nuestro tiempo. La restauración estará siempre precedida y acompañada de un estudio arqueológico e histórico del monumento".
Esto se puede traducir en el lema: “La restauración termina donde comienza la duda”.
Si no hay información suficiente, la restauración debe tener como finalidad evitar el deterioro del inmueble.

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