jueves, 3 de diciembre de 2015

Antecedentes de normativas sobre Patrimonio Cultural Inmaterial en España: Felipe II

Lo contaba hace años Gonzalo Santonja en EL CULTURAL.

Pío V mediante la bula De salutis gregis dominici, fechada en Roma el 1 de noviembre de 1567, pretendió prohibir “estos espectáculos donde toros y fieras en plazas se corren”, bula que jamás entró en vigor y nunca pasó de tentativa, paralizada su promulgación por Felipe II. 

¿Por qué actuó así Felipe II? Probablemente por no contrariar a sus subditos. En el texto de Santonja se señala que se cuenta con un documento que apoya esta teoría. Un documento conservado incompleto en el Archivo General de Simancas y colgado en el Portal de Archivos Españoles (PARES). Está dirigido al doctor Velasco, consejero de Felipe II, atribuye el intento de prohibición al “desconocimiento que el pontífice tenía de la costumbre y fundamento de la fiesta, sobre todo en Castilla” y pide al rey que asuma la defensa de las corridas de toros. 

Santonja cuenta que: funcionario abnegado, leal y de la plena confianza del rey, Velasco era uno de los canales idóneos para influir en su ánimo. Los autores del Memorial eligieron bien, y Felipe II actuó en consecuencia Lo que sigue es la transcripción fiel de un documento, reflejo de la opinión popular, que empieza por acusar el golpe de la bula, combate luego la falsa información que habría confundido al Papa, abona después la antigüedad de los festejos taurinos (“más de quinientos años”, indicación que no rueda a humo de paja, porque los primeros festejos taurinos acreditados datan de 1067), pondera a continuación su popularidad y sostiene por últmo el orden que los preside, subrayando la presencia de unos hombres “a pie […] diestros y animosos” que lidian “con tanta destreza y están con tanta seguridad”. Valioso por lo mucho que dice y por lo mucho que apunta, este documento nos transmite la pasión taurina de los españoles del Siglo de Oro.